Durante los nueve meses de embarazo los cuerpos de las madres suelen proporcionar al niño un apoyo y protección. El feto, no solo interacciona a través de su medio interior con la madre, sino, también, lo hace con el medio exterior, de ahí la importancia del ambiente en las embarazadas.
El feto puede verse influenciado en varios sentidos, uno de ellos a través del embarazo por la madre:
- A través del aparato digestivo y el corazón de la madre, que son dos fuentes de sonido que feto escucha desde que tiene capacidad auditiva.
- La madre, que es fuente de movimiento.
- Un feto entra en contacto con el mundo exterior a través, de las paredes del estómago de la madre.
- El feto se conecta, con la madre a través del cordón umbilical y la placenta, esto supone que los nutrientes, oxígeno, virus y algunos productos químicos puedan perjudicar al feto, atravesando la placenta del cordón según el tamaño.
- El feto puede verse afectado por experiencias, emociones, enfermedades, virus, o circunstancias sociales y psicológicas de la madre.
Por otro lado, la influencia del efecto ambiental, es muy importante para el desarrollo del feto, ya que, puede provocar un impacto significativo en su desarrollo.
Ante una situación ambiental, las respuestas que da el feto, nos darán la pista de las futuras capacidades comportamentales que estarán presentes cuando el niño nazca, al igual que, si el efecto de la estimulación ambiental es nociva, podríamos tomar medidas preventivas.
En definitiva, dejar claro, que aunque no haya nacido el bebé, durante los nueve meses de gestación, el feto está influenciado por el medio externo que le rodea a la madre, y por tanto, tenemos que cuidar el ambiente de las embarazadas, para que sea un ambiente sano que no perjudique al feto.